sábado, 8 de febrero de 2014

PARIS - MURCIA













PARÍS

El coqueto hotelito del distrito XVIIème tenía dos recepcionistas que se turnaban.

La de alba tez y bellos ojos se llamaba Mathilde. La otra no. El hotel es el Villa Eugenie, 167 Rue de Rome 75017 Paris.

Más héteme aquí que la que aconsejaba certeramente en materia de gastronomía y transporte era la otra. La menos agraciada.

La cena en el bistrôt Le Clou, fue exquisita. El nido de hongos salvajes con un huevo poché todavía hace que mis espartanas glándulas y papilas manen jugos por el recuerdo de semejante prodigio.

El plato de resistencia me recordó tiempos pasados en Aquitania. ¡Vaya lubina al horno con una muselina de echalotas! El vino, del Languedoc, no me dijo gran cosa. Olía mejor que sabía. Le Clou, está en el número 132, rue Cardinet. Hay que bajarse en la estación de metro de Malesherbes, línea nº 3.

El distrito XVIIème, como casi todo en la vida, está partido en dos. De un lado del ferrocarril, los pobres. Del otro lado, los ricos.

Hay un sitio en el mundo que se llama París. Un sitio muy grande y hermoso y otra vez grande. Es más o menos lo que dijo César Vallejo, quien murió allí en 1938, cuarenta y pico años después de haber nacido al contrario que en París, en un pueblecito andino pobre, oscuro y remoto que se llama Santiago de Chuco, en el norte del Perú.

La otra recomendación culinaria de la mujer de recepción que no era blanca ni se llamabas Mathilde dio con nosotros en un restaurante italiano por nombre Nove Sette, 97, rue des Dames, Paris XVIIème.

Bien decorado, gente guapa en las mesas y un servicio joven, al parecer con contratos más basura que las hipotecas USA. Me costó diez minutos y tres interlocutores distintos que comprendieran y aceptaran que la chica joven de mi mesa iba a cenar dos entradas.

Cenamos bien, la pasta en su punto y el vino toscano también.
Era domingo noche, el 17º estaba con dominguitis y en una esquina una chica ebria se pegó un trompazo de marca mayor. La pobre necesitaba Benadón en vena.



MURCIA

Murcia también es lo contrario que París. En los pagos murcianos anida el ruido y la furia, no existe moral alguna y la gente quiere ser rica y no culta. Esto me lo dijo tal cual Tony, el recepcionista nocturno del Hotel Neptuno.

Como no me duelen prendas, ni me pienso volver a casar con nadie ni por la Iglesia ni por lo civil, tengo que decir que he notado a París más guarrindongo de lo propio de la ville de la lumiére. Se lo comenté al hombre francés pero que ha estudiado en Colombia y que nos transportó a Orly para tomar el avión de vuelta y me dijo lapidariamente “los inmigrantes no cuidan las cosas”. No comparto el comentario xenófobo pero dejo aquí constancia de él.

Enrique Vila-Matas se quejaba el otro día de su bienamada Barcelona, por estar inundada ahora de turistas gaudinianos. Yo tengo la tesis de que para escribir es mejor no vivir en la ciudad soñada, si es que existe. Te distrae.

Escucho llover sobre los cristales de mi casa. Ya cada día es más otoño sobre el barrio que se aleja. Por mi calle anda el otoño y ya no me quito de encima el gris, hasta vaya usted a saber cuando. Y encima resulta que soy un proyecto de anciano en crisis con la familia interrumpida. ¡Qué de recuerdos! ¡cuántos colores hubo!

Es bueno enamorarse de cuando en cuando…. Lo que ocurre es que cuando amo a una mujer, deseo que se vaya para poder soñar con ella.

Todos escribimos hoy autoficción. No son autobiografías, ni actas notariales, ni diarios, ni memorias, ni novelas puras que son pura imaginación. Pero también lo que escribo es todo eso. Es literatura.

Cesare Pavese se suicidó por estas fechas hace setenta años. Antes había escrito “los suicidios son homicidios íntimos”.

Cuando el verano pasado tomé los doce baños en el Mar Menor, se palpaba en el ambiente una grave preocupación por los efectos de la crisis en los negocios locales de hostelería y restauración. Dije al alcalde que, a cambio de ser nombrado cronista de la villa de San Pedro del Pinatar, estaba dispuesto a proponerle la solución infalible e inefable para arreglar el temor local.

Se trataba de sacar en procesión a la Virgen del Carmen para que un impedido, previamente rebozado en lodos, se levantase de la silla de ruedas gritando ¡milagro, milagro! En ningún momento entramos en el asunto de si el tonticojo tenía que ser auténtico o valía cualquier aficionado local. Ni por esas. Ni me han nombrado cronista local, ni han sacado a la virgen en procesión. Será por no estimar adecuadamente el efecto beneficioso que una retransmisión en directo del milagro de los lodos hubiera producido, a buen seguro, en el mundo mundial. También puede ser porque el jodío alcalde es socialista y tiene más miedo a la religión que un servidor.

No reconocí a un amigo de infancia que había ido a la vaina de los lodos murcianos. No lo identifiqué porque la última vez que lo vi era un crío que pesaría 40 ó 45 kilos y ahora es un cachalote de unos 130 kilos en canal. Le pregunté por la razón de su desparrame carnal y se limitó a decir, con cara de mala leche eso sí, que había cogido querencia a las albóndigas.

SINESTESIA

Me parece que tengo un cerebro sinestésico. Noto que, cada vez con más frecuencia, veo los sonidos. Digo yo si no será porque, como estoy un poco teniente y no los oigo, mi cerebro ordena a la vista que vea esos sonidos que no percibo por el conducto reglamentario.


DEFECTO DE FABRICACIÓN

He descubierto que tengo otro defecto original, a añadir a los de siempre. A saber, ser demócrata y del Atleti de nacimiento. El tercero es el de pertenecer a esa rara categoría de personas que tratamos de ponernos en el lugar de quien nos insulta. Por poner un ejemplo, y sin ánimo de ofenderme a mi mismo, a la salida de las reuniones para negociar los convenios colectivos de ese sector tan de moda hoy que es la banca, unos cuantos delegados sindicales tenían la costumbre de hacerme un pasillo y cantar a grito pelao “Torres cabrón, trabaja de peón”. ¡Angelitos!



HIPOCORÍSTICO

A un amigo de Murcia le fastidia que use un hipocorístico para llamarle por su nombre de pila. El nene se llama Enrique y no quiere que le llame Quique como hace todo el mundo.

OTOÑO

Por mi calle anda suelto el otoño. ¡Cuántos colores! Que esta tristeza pase alguna vez.


FANATISMO

No me gusta debatir con los fanáticos. Por ello mis argumentos tienen la suficiente altura para no ser alcanzados por el fuego antiaéreo de los necios.

RESPIRACIÓN ANALÓGICA

El otro día conocí a un postmoderno que presumía de que su mente estaba tan evolucionada que era digital. Le hice ver que yo encontraba que su respiración era analógica. Vamos, como la de siempre.


LIBERALISMO

Como quiera que yo me noto últimamente demócrata liberal de izquierdas, estoy dispuesto a oponerme a cualquiera que opine lo mismo que yo. El caso es que las vecindonas me hacen fama de republicano izquierdoso y en el fondo soy liberal y casi monárquico.

RILKE

Este buen hombre, romántico donde los halla, era un poco aprovechadillo porque, suspiro va, suspiro viene, vivía de pegar la gorra en los palacios de damas aristócratas a quienes retribuía más bien con versos que con labores propias de su sexo. Lo digo porque Rilke dejó escrito “el amor vive en la palabra y muere en la acción”.


EL SECRETO DE LA ETERNA JUVENTUD

La población más longeva del mundo es la japonesa. Y dentro de ella, la que habita en la isla de Okinawa. Estudios epidemiológicos muy concienzudos acaban de revelar el secreto de por qué diantre los naturales de Okinawa viven un 30% más, en media, que los de por sí ya longevos japoneses del resto del antiguo imperio del sol naciente. Ahí va: beben al día muchas más tazas de té verde que sus compatriotas. Se beben por lo menos diez vasos de agua alcalina y se desplazan en bicicleta. Supongo yo que la isla será plana, pero no me consta.


EGOCENTRISMO

Un artista es un egocéntrico que explora hasta lo más profundo de su ser para luego volver con algo que refleje parte del ser de los demás.


TRIUNFO

Oído al parche. Aviso a los barcos pesqueros y navegación de cabotaje. Alerta naranja para Génova 13. Después de darle al caletre y varios lustros de observación de la clase política he llegado a la conclusión de que, para triunfar en tan innoble oficio, es preciso estar profundamente equivocado.


ALTA LUNA

No sé si es cuestión del cambio climático o de la TI-MElatonin pero en este otoño las noches son cálidas y llenas de estrellas bajas que sirven de lecho a una luna alta y amarilla.


GRACIA Y BELLEZA

La grâce est l’âme extérieure de la beauté.


MISOGINIA

Un personaje de Agatha Christie va y dice: “Debo advertir que es inusual que una mujer inglesa prefiera leer a montar a caballo. Pero es posible…”.


RILKE II

Rilke era muy suyo para conquistar a las mujeres, de las que vivía. Normalmente eran todas ellas lo que pudiéramos denominar gente sencilla, esto es, de princesas para arriba. Se aproximaba a su objetivo usando toda la ternura y dulzura de la que era capaz, que mucha cabían en su alma romántica. A continuación se liaba a componer versos encendidos de pasión y, una vez que la pieza de caza estaba ya malherida, Rilke ponía los pies en polvorosa, sin dejar de inundarla de cartitas y mensajes amorosos, entreverados con algún corto regreso y una nueva despedida.


EL MUNDO SIGUE

Fernando Fernán Gómez, a quien el dios de los agnósticos tenga en su seno, rodó, entre otras muchas, una película que es una obra maestra que no ha visto nadie. El señor Fernán Gómez, como muchos de sus personajes, aprendió muy prontito que en aquella sociedad de la posguerra y quizá también en esta de hoy, hasta los sueños más modestos se malogran.


SINESTESIA II

Hoy a mi sinestesia le ha dado por hacerme oír imágenes.

CÉSAR VALLEJO

Dejó escrito un soneto asonante, cuyo primer cuarteto dice así: “Me moriré en París con aguacero/un día del cual tengo ya el recuerdo/.Me moriré en París –y no me corro-/tal vez un jueves, como es hoy de otoño”.

El poeta murió en París un día de lluvia que no era jueves, sino viernes. ¡Odumodneurtse!


LEUMAN SERROT SAJOR

Anoche me fui a jugar al póquer en el jardín del veterinario. Utilicé el metro como medio de trasporte. De mi monólogo interior brotaba una brisa de conciencia la mar de maja. Soy yo.


CABALLERO DE A PIÉ

Soy un chevalier sans peur et sans reproche. Y sin caballo.


EL CUESTIONARIO DE PROUST REVISITADO

La prestigiosa revista Soja News publica, en su edición de verano 2008, el cuestionario de Proust revisitado por Sojasun. La archiconocida pregunta número diez del manido cuestionario, la que se refiere a la ocupación preferida del encuestado, hace decir al Proust redivivo: “Hacer descubrir la soja a nuevos consumidores”.

MUSICOPHILIA

El neurólogo neoyorquino Oliver Sacks dice que “los chimpancés no bailan”. Yo tampoco y además ando en penas y sin condena.

CHURCHILL

Sir Winston dijo a su mujer: “No me interrumpas cuando quiero interrumpirte”.

FIDEL AGAIN

Anoche mi cerebro soñó que Fidel, supongo que por razones de exilio, se instalaba con todos sus leales en el Retiro, concretamente en la parte de La Chopera. Nada más asentar sus reales posaderas en El Buen Retiro me mandó a buscar para nombrarme, a bombo y platillo, Asesor Personal y Ejecutivo de Ideas.


MURCIA. HOTEL NEPTUNO

He pasado unos días agradables con unas dignas damas en la flor de la vida, esto es, frisando los 80 años, más o menos. Recuerdo con cariño a Patrocinio, a la que llamamos Pepa, persona culta y que lee el periódico El País. Sofía canta cuplés como los ángeles de antes. Yo le apuntaba letras y melodías en las veladas en que nos daba por cantar a capella. Sofía conserva íntegra su belleza y apostura. Rita gana siempre al parchís. Estrella, cabeza de una facción de veteranas, lleva enterrados a tres mariditos lindos. De todos sus finados habla con gran cariño. Marina, ya en retiro, trabajó en la Embajada de Arabia Saudita y ha quedado en hacerme llegar un caftán el día menos pensado. Algunas damas se llevaron al Hotel Neptuno a sus fieles cuidadoras andinas y eso que las hay xenófobas y todo. Las señoras, no las andinas.

ERRE QUE ERRE

Sueño Que todas las noches me da por ir a Claudio Coello 38½. Saco un llavín más falso que Judas y subo a oscuras la escalera hasta el 3º izquierda.

DALE QUE DALE

…y siempre es lo mismo y de manera idéntica… y crece sin cesar, yo no sé para qué… J.R.J.

CABRIOLÉ

Anoche me compré un cabriolé, que prefiero llamar birlocho, milord o manuela. Como lo de los caballos es un follón he preferido la versión motorizada y descapotable, que se abre o cierra mediante cubierta rígida.





¿VUELVO A MURCIA?

Cualquier día de estos me largo a ver a mi amigo el buen serígrafo Pepe Jiménez. El muy artista se ha comprado y rehabilitado la ermita de La Colonia en Balsicas. En ella misma se instaló un general de Napoleón de buen gusto, como lo tiene el serígrafo. La ermita desacralizada es preciosa.

MURCIA. HOTEL NEPTUNO II

El Doctor Cerradas, cardiólogo ilustre de la zona y que también es octogenario, aparece por el comedor del hotel de cuando en cuando. El hombre llega directo de su consulta en Cartagena, almuerza con sabiduría, se toma de postre un café doble solo bien cargado y se va al ambigú donde está la televisión y la cuadrilla de cotorras añejas. La caja tonta está encendida a todo volumen porque todos estamos un poquillo duros de oído. El Dr. Cerradas llega, se sienta en un diván rodeado de las aves canoras y se duerme de un tirón una siesta de hora y media. Palabra de honor. Entretanto las nobles damas le dan al parchís y degustan carajillos de Marie Brizard.





Patrocinio/Pepa va acompañada de una bella andina que se llama Priscila y es informática. Me cuentan que en la casa donde moran o habitan, a partir de las nueve de la noche se comunican por correo electrónico de salón a dormitorio.

LLEGÓ EL CAFTÁN

Marina me hizo ayer entrega solemne de un maravilloso caftán saudí, con todos sus arreos. A saber, el pañuelo para la cabeza, los aros de cordón que lo sujetan y toda la pesca. Marina es un cielo y menda ya sabe qué llevan los jeques debajo de su hábito. Me falta por averiguar qué portan los nobles escoceses debajo de su kilt.

CINE NEGRO

La proyección empieza con un gorila negro sacudiendo un par de leches a sendas putillas.

¡ESPAÑA, ESPAÑA!

Nuestro país marcha por rutas imperiales caminando hacia Dios.
Tenemos el record mundial de bares y tascas. Apunten: 328.202 locales etilizantes. Además ¡qué coños! somos el país de la Unión Europea en el que sus habitantes utilizan más el coche para trayectos cortos. ¡Y también aquel en el que se realizan más operaciones de cirugía estética!
¡Anda y que no somos un imperio!

COMERCIOS PUJANTES

Lo bueno que tiene el sistema capitalista de mercado global, que hace agua por todos sus costados, es que hay comercios que se están forrando. Casas de empeño, los que se dedican a la compraventa de trastos de segunda mano y aquellos otros que remiendan ropa.

ADVERTENCIA

Como quiera que escribiendo lo que escribo no voy a salir de pobre, aunque no me falte para pan, deseo que conste en acta que me propongo parir una novela negra cuya trama situaré en la baja Edad Media y versará sobre una secta de lesbianas en un marco de terror post-apocalíptico, con un pellizco de ciencia-ficción asimoviana.

ENCERRADO CON UN ÚNICO JUGUETE

El pasado fin de semana me lo he tirado en la peluquería de enfrente de casa.




Abreviando, que es gerundio, diré que algún enemigo me inspiró la idea de cortarme el pelo el sábado pasado cercana ya la hora de comer. La hora de comer de la gente normal, como la niña esa de Rajoy, o sea, sobre las dos y media de la tarde. Aclaro que ese salón de fino estilismo cierra a las 3 p.m. Me pasan al lavadero y de allí me depositan en un silloncito en un rinconcito de un cuartito bien alejado del espacio principal, reservado a ricas, famosas, petardas y petardillas.

La noche anterior había dormido poco pues anduve planificando con Fidel la mejor manera de construir letrinas en La Chopera del Retiro y ya se sabe que esas cosas requieren su tiempo y que el barbas habla más que el tostao.
Total, que me viene en gana echarme un pegadillo en aquel reducto de paz y, al despertar, advierto que las luces están apagadas, que no hay nadie en el local, y que el cierre está más clausurado que el mercado interbancario de hoy en día.

Palpo chaqueta y bolsillos de mi indumentaria y compruebo que no llevo el teléfono móvil. Al local se accede por una especie de túnel más negro que boca de lobo y los escasos paseantes no me ven allá en lo oscuro.

Hice una descubierta meticulosa por las dos plantas de la peluquería y comprobé que había un frigorífico bien aprovisionado de zumos de fruta en botes de cristal, amén de cocacolas y otros refrescos más o menos venenosos. Confiaba yo en que las empleadas que comen allí los días de diaria labor hubiesen dejado aunque fuera un chusco de pan o media loncha de jamón de York, pero… ¡que si quieres arroz Catalina! Ni un gramo de alpiste para el canario.




La peluquería abre el lunes a las nueve de la mañana. La situación no era grave, aunque sí desesperada. Cualquier organismo pluricelular aguanta perfectamente 42 horas con la mera ingesta de líquidos. Para dormir descubrí una camilla de esas que se utilizan para el masaje que tenía buena hechuras y la suficiente poca altura como para que, si me daba una vuelta en pleno sueño, la caída se quedase en pronóstico reservado.

Caí en la cuenta que el local tenía un teléfono de los llamados fijos. Casi al mismo tiempo recordé que el único número que me sé de memoria es el antiguo de casa de mis padres. Concretamente el 25.26.63. De la ITT.

Tampoco pude llamar al Samur, a los bomberos o a la Cruz Roja Internacional, porque, sobre no conocer sus números, el teléfono de las narices estaba desviado a casa de los dueños del salón peluqueril, y éstos estaban de fin de semana en la Sierra de Grazalema, según el desconsiderado contestador automático.

La encerrona involuntaria que pasé en Bruselas en los años 80, cuando existía el Mercado Común, fue más larga porque me quedé más solito que la una un viernes a las dos de la tarde y los cabrones del servicio de limpieza no llegaron hasta el lunes siguiente a las 8 a.m. Además, el aquel maldito edificio comunitario no había camillas de masaje, ni frigoríficos, ni tajadas de embutido, ni naíta de naíta. Ni siquiera había revistas de peluquería, género literario que cultivo poco, pero en el que ya estoy doctorado después del encierro del otro día justo enfrentito de mi casa.

Si me preguntan en un programa del cuore qué cosa eché más de menos en mi reciente experiencia monacal, pienso contestar: naturaleza, amor y libro. Me callaré que no es mío, sino de J.R.J.

LOS HUESITOS DE MAMÁ

Se ha levantado la veda de la necrofilia nacional. Las familias españolas andan, que si para aquí y que si para allá, con la tarea de engalanar las sepulturas de sus parientes fiambres. Las floristerías hacen el agosto vendiendo flores de desecho a precios de frutería Vázquez. Una amiga anda atribulada porque le han avisado los brutos del cementerio municipal de que van a exhumar los restos de su mamá. Mi amiga debe elegir entre soltar 2.400 euros para llevarse las cenizas después de quemados los huesitos, o dejar que pasen a una especie de fosa común juntamente con las de otras mamás.


MEJILLA DE MUJER

En mi mano reposa su mejilla…


SOJA

En el desayuno de esta mañana, Fadua me ha anunciado solemnemente: “no le traigo la soja porque no está”.

REAL MADRID

Cito textualmente la declaración de Alex Ferguson al prestigioso diario The Times. “Lo que es realmente obsceno del Madrid es que persevera en la tradición que le convirtió en el club del general Franco”.

CIRCUITO DEL ODIO

El odio se localiza en una zona concreta del cerebro, relacionada con las que procesan el miedo y el peligro, pero diferenciada. Es el resultado de un experimento en el que se ha visto actividad en esa zona en el cerebro de personas cuando ven fotografías de individuos por los que reconocen sentir odio. El investigador Semir Zeki –autor del trabajo- lo denomina circuito del odio.

ACERTIJO

Una señorita muy enseñorada, que siempre va en coche y siempre va mojada. ¿Qué sí, qué es?

martes, 4 de febrero de 2014